De acuerdo a la Comisión Pastoral de la Tierra, la violencia en el campo brasileño alcanzó su peor nivel en el 2016 en comparación de los últimos 13 años, ya que se registraron 61 muertes en mil 536 conflictos por la tierra.
Servindi, 05 de julio, 2017.- De acuerdo con la Secretaria Especial de Salud Indígena de Brasil (SESAI), desde el 2007, alrededor de 833 indígenas fueron asesinados mientras que 351 se suicidaron, cifra mucho más alta que el promedio nacional.
En el 2016 se asesinaron a 13 indígenas en medio de conflictos relacionados con la tierra y, solo a finales de abril último, un grupo de pistoleros atacaron a los indígenas del pueblo Gamela en el estado amazónico de Maranhao, al norte de Brasil.
Producto del ataque, 22 indígenas resultaron heridos, de los cuales tres fueron hospitalizados y uno de ellos terminó con las manos amputadas por uno de los pistoleros, quienes acusaron a los indígenas invadir un terreno privado y mantener secuestrada a una mujer durante dos horas.
Cabe señalar que el ataque que sufrió la comunidad Gamela, se produjo en represalia a la campaña que desarrollan los indígenas para recuperar su territorio ancestral que fue invadido y destruido por agroganaderos y madereros.
De acuerdo al secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), Cleber Buzzato, la crueldad de los actos, no es más que un reflejo de la gravedad del conflicto y la “inoperancia” del Gobierno brasileño frente al pedido indígena de la demarcación de sus tierras.
Además, Buzzato señala que el conflicto por las tierras se intensificó en los últimos dos años, especialmente tras la llegada del presidente Michel Temer al poder, quien asumió el cargo formalmente el 31 de agosto último, luego de la destitución de Dilma Rousseff.
El secretario ejecutivo del CIMI también sostiene que la protección e impunidad a los invasores se ha fortalecido ya que el Legislativo cuenta cada vez con mayor dominio de representantes de la agroindustria.
De acuerdo al diario Folha de Sao Paulo, uno de los impulsores de las medidas que buscan favorecer a grandes hacendados, terratenientes y empresas que operan en la Amazonía, tal como lo denunciaron las comunidades indígenas, es el actual ministro de Justicia, Osmar Serraglio, diputado de la denominada “bancada ruralista”.
Según detalla el diario brasileño, Serraglio realizó 100 audiencias con representantes del Frente Parlamentario Agropecuario y con políticos investigados por el caso Petrobrás; sin embargo, no realizó ninguna audiencia con los representantes y movimientos indígenas.
Cifras alarmantes
De acuerdo a la Comisión Pastoral de la Tierra, la violencia en el campo brasileño alcanzó su peor nivel en el 2016 en comparación de los últimos 13 años, ya que se registraron 61 muertes en mil 536 conflictos por la tierra.
Entre las 61 víctimas se encuentran 13 indígenas, cuatro descendientes de esclavos prófugos, seis mujeres y 16 jóvenes menores de 29 años.
FONTE: Servindi
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