Mundo: Once victorias de los derechos indígenas en 2014

No Brasil o documento destaca a tramitação da PEC 215, no Congresso Nacional.

A pesar del crecimiento exponencial del movimiento indígena en los últimos diez años, los Estados nacionales de todo el mundo cometen ofensas legislativas y judiciales contra los derechos indígenas como nunca antes. Afortunadamente, a pesar de las pérdidas hubo también victorias y éxitos notables.

Indigenous Voices Asia, 11 de enero, 2015.- La historia de los derechos indígenas incluye tragedias y pérdidas con demasiada frecuencia. A pesar del crecimiento exponencial del movimiento indígena en los últimos diez años, los Estados nacionales de todo el mundo cometen ofensas legislativas y judiciales contra los derechos indígenas como nunca antes. Las corporaciones, mientras tanto, siguen recibiendo permisos de paso a las tierras indígenas causando decenas y cientos de catástrofes sociales, políticas, culturales, económicas y ambientales que no olvidaremos. Afortunadamente, a pesar de las pérdidas para los pueblos indígenas, las tierras y los derechos que nos tocó presenciar en 2014, hubo también victorias y éxitos notables.

En enero de 2014 los pueblos Dongria Kondh del Estado de Odisha, en la India, lograron una inmensa victoria ya que las autoridades de ese país cancelaron un proyecto de minería de bauxita promovido por Vedanta Resources. Gracias al compromiso de los Dongria Kondh, junto al impresionante apoyo internacional, la Corte Suprema de la India reconoció en 2013 su derecho a decidir sobre el destino del proyecto. Luego de rechazar categóricamente la propuesta – en lo que se conoce como el primer referéndum ambiental del país – India honró su palabra y canceló el proyecto de Vedanta.

En febrero, los pueblos Munduruku intensificaron sus esfuerzos por la defensa del río Tropas contra mineros ilegales. En lugar de esperar la resolución de un gobierno poco confiable, los Munduruku se movilizaron río abajo en cinco botes con el único objetivo de alejar a los mineros. Los indígenas lograron un rápido éxito: al llegar al campamento, camuflado como para la guerra, el jefe de los Munduruku, Paigomuyatpu, les ordenó: “Tienen diez minutos para irse. Junten sus cosas, lárguense y no regresen. Esta es la tierra de los Munduruku”. Los mineros no perdieron tiempo en empacar y abandonaron el área. Paigomuyatpu comentó luego: “los mineros ya han causado un daño demasiado grande. Estamos expulsando a los problemas, las enfermedades y muchas otras cosas que andan pasando. Estamos expulsando esto para las generaciones futuras.”

Hacia finales del mismo mes, hubo otro gran ejemplo de pueblos indígenas y no indígenas trabajando en una causa común, en favor de los derechos indígenas en Columbia Británica, Canadá. Como resultado de la presión conjunta el gobierno federal rechazó el proyecto de cobre-oro New Prosperity de la empresa Taseko en tierras de la Nación Tsilhqot’in. El gran jefe Stewart Phillip, presidente de la Unión de Jefes de Columbia Británica, comentó: “El gobierno tomó la única decisión responsable, defender el agua y la pesca, y al hacerlo, protegió a nuestro pueblo. Seguiremos apoyando a los Tsilhqot’in mientras avanzan con la defensa del lago Teztan Biny y sus ecosistemas”.

En marzo, la larga espera de los pueblos Nama y Herero de Namibia llegó a su fin con la restitución de treintaicinco cráneos y tres esqueletos de víctimas del genocidio de 1904-1908. En su discurso durante una de las ceremonias de entrega el presidente ejecutivo de la Universidad Charité de Berlin, profesor Karl Einhaupl, se disculpó por las prácticas de quienes lo antecedieron. Sin embargo, el Gobierno de Alemania se ha negado airadamente a reconocer como genocidio la masacre de 70,000 Herero y 10,000 Nama, mientras la experiencia alemana en África Occidental fue precursora del colonialismo y genocidio Nazi.

En abril, el ministro de la Agencia Forestal de Indonesia se retractó del apoyo otorgado a una masiva plantación de caña de azúcar que hubiera cubierto gran parte de las Islas Aru al suroeste de Nueva Guinea. La sorpresiva victoria llegó gracias a que una coalición de activistas locales implementó “una doble estrategia para dar visibilidad a la lucha” escribió una periodista de IC Magazine. La empresa a cargo del proyecto era Menara Group (más información sobre esta campaña aquí).

En junio, el Consejo Municipal de Vancouver votó unánimemente a favor de reconocer que la ciudad se encuentra emplazada en territorios tradicionales nunca cedidos por el pueblo Coast Salish. El Consejo declaró: “Reconocemos formalmente que nos encontramos en territorios tradicionales no cedidos de las Primeras Naciones Musqueam, Squamish y Tsleil-Waututh. Nunca hubo un tratado con estas naciones. En este punto, la ciudad reconoce ese hecho.” La resolución llegó luego de la celebración del Año de la Reconciliación, durante el cual se realizaron eventos para ayudar a reconocer las injusticias del pasado y trabajar en la reconstrucción de las relaciones entre las Primeras Naciones y la ciudad de Vancouver.

A comienzos de septiembre, los pueblos indígenas de Guatemala, unidos a movimientos sociales, sindicatos y organizaciones campesinas y de mujeres, lograron una enorme victoria cuando el Congreso Nacional rechazó una controversial ley que hubiera abierto el ingreso a las semillas genéticamente modificadas en el país, otorgando a un puñado de empresas derechos exclusivos sobre las patentes. Los Pueblos Maya y las organizaciones sociales advirtieron que la llamada “Ley Monsanto” violaba la Constitución y el derecho Maya a las formas de cultivo tradicionales en sus tierras. Concentrando sus esfuerzos ante el Congreso y la Corte Constitucional de Guatemala, los manifestantes permanecieron durante una semana ejerciendo presión para cancelar definitivamente la ley. Para sorpresa de muchos, consiguieron su objetivo.

También en septiembre, la Primera Nación Shoal Lake 40 lanzó el “Museo de las Violaciones a los Derechos Humanos de Canadá”, un museo viviente que ofrece recorridos guiados de su comunidad, precisamente donde se encuentra la fuente de agua de la que depende la ciudad de Winnipeg. Si bien no se trata de una victoria en sí misma, la inauguración del museo abrió la puerta a una muy necesaria discusión en la región de Manitoba sobre la expropiación de las tierras del pueblo Shoal Lake 40 por el Gobierno de Canadá en 1914 – una injusticia histórica que recién ahora comienza a conocerse a nivel internacional. El museo abrió justo antes de la apertura del nuevo Museo Canadiense de los Derechos Humanos, que incluye una “Fuente de la contemplación” con agua del Lago Shoal. Sin embargo, el museo oficial no menciona lo que el pueblo Shoal Lake 40 ha debido soportar incluyendo el desalojo, empobrecimiento, pérdida de vida y disponibilidad de agua no apta para consumo.

En octubre la victoria fue para los pueblos indígenas de Hawái, en el territorio tradicional conocido como Kanaka Maoli. Como informó el medio Deep Green Resistance Hawai’i, el 7 de octubre estaba prevista la gran ceremonia de inicio de la construcción de un telescopio de trece metros de altura, considerado “una violación a los derechos del pueblo Mauna Ke’a valuada en US$1,5 mil millones”. De acuerdo a la misma fuente, el evento intentó convencer a astrónomos de todo el mundo de que el proyecto contaba con el consentimiento de los pueblos indígenas. Sin embargo, un nutrido grupo de manifestantes irrumpió en la ceremonia y obligó a los organizadores a cancelarla mientras se transmitía en vivo.

Hubo al menos otros dos éxitos importantes para los derechos indígenas en 2014, ambos en diciembre:

El 17 de diciembre, la Corte de Apelaciones de Perú rechazó una demanda de Minera Yanacocha (propiedad mayoritaria de la estadounidense Newmont Mining Corporation) que buscaba desalojar una familia indígena porque supuestamente había “invadido” su propia tierra. Por más de tres años, Máxima Acuña de Chaupe se opuso a que la empresa convierta sus tierras en una mina de oro a cielo abierto. Al final, su empeño tuvo recompensa.

Ese mismo día, en Brasil, el Congreso Nacional se había reunido para tratar la propuesta de modificación legislativa PEC 215, que hubiera convertido al Congreso en la única autoridad competente para decidir sobre los límites de todas las tierras indígenas del país. En respuesta a este ataque legislativo, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), una organización representativa nacional lanzada en 2009, comenzó a movilizarse para defender sus tierras y derechos. Una vez más, su esfuerzo no fue en vano. Gracias a algunos astutos movimientos legislativos, el Congreso no logró la mayoría suficiente necesaria para aprobar la controversial propuesta, que fue archivada definitivamente.

Por muchos triunfos indígenas durante 2015 y más allá.

—-
Fuente: Indigenous Voices Asia: http://iva.aippnet.org/11-ways-indigenous-rights-won-in-2014/

Por John Ahni Schertow
—-
Traducido al español por Luis Manuel Claps para IWGIA y SERVINDI.

VER MAIS EM : http://servindi.org/actualidad/121108

 

 

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *